Y llegamos a la cuarta entrega de esta mega guía sobre cómo construir una personalidad de marca poderosa y que atraiga a tu cliente ideal. Ya hemos hablado de los arquetipos que puedes utilizar para definir la personalidad de tu marca, de las personalidades estacionales de The Brand Stylist y de cómo crear una paleta cromática utilizando la psicología del color. Ahora toca saber cómo elegir una paleta de tipografías.

Las tipografías importan, y mucho. Tienen un gran impacto en la forma en la que se comunica la marca porque reflejan sus valores, sus motivaciones y, en definitiva, su personalidad. De verdad: las fuentes que elijas transmitirán diferentes emociones. Unas son divertidas. Otras son más formales. Al igual que al construir la paleta de colores de tu marca, tendrás que elegir las fuentes que más se adapten a la personalidad de tu negocio.

¿Cómo hago yo eso? Te preguntarás.

Tranquila, aquí estoy yo para contártelo.

¿Qué es exactamente una tipografía?

La tipografía son los diferentes estilos de letras que podemos elegir al escribir un texto. Tú ya conoces varias, estoy segura: Arial, Times New Roman, Comic Sans… esas fuentes que eliges a la hora de ponerte a trabajar en un Word son las tipografías. Para guiarte un poco en este proceso de descubrimiento de las tipografías, vamos a seguir la categorización estándar de las fuentes. Estas pueden ser:

Serif: estas tipografías tienen remates refinados. los remates son los pequeños adornos en los extremos de las letras. Gracias a estas ornamentaciones, las letras serif se perciben como formales y serias. Son perfectas para webs que quieran transmitir profesionalidad, como podría ser una clínica de psicología. Sin embargo, también se pueden percibir como distantes o frías.

Sans Serif: al contrario que la serif, la sans serif no posee remates ornamentados. Es más sencilla, por eso también puedes recibirte a ella como “palo seco”. Esta tipografía transmite sencillez o minimalismo, modernidad y seguridad. Apple se pirra por estas fuentes.

Script: este tipo de fuentes son las manuscritas. Son tipografías que parecen hechas a mano, por lo que se sienten más cercanas, protectoras, afectuosas y creativas. Yo uso estas fuentes en mi página para poder transmitir confianza a mis clientas. Es una tipografía que hace que se sientas protegidas.

Display o decorativa: son fuentes variadas, de personalidad fuerte. Como son tan originales, pueden considerarse únicas. Sin embargo, pueden llegar a pasarse de la raya y ser ilegibles o resultar muy poco serias.

El uso de las tipografías

Ahora que ya conoces las principales categorías de tipografías, es importante que sepas escogerlas. Todo dependerá de la personalidad que tenga tu marca. Como ya hemos decidido que vamos a usar los arquetipos estacionales, te voy a explicar qué fuentes podrías usar para una marca de primavera, verano, otoño o invierno. Todas las tipografías podrían pegar con una estación o con otra, lo importante es cómo las combinas, o qué variaciones de una misma fuente eliges.

Combinando diferentes fuentes

Yo, por ejemplo, utilizo la serif como tipografía principal para mi web porque es una tipografía sofisticada. Sin embargo, como se puede percibir como lejana y demasiado seria, he elegido como tipografía secundaria una script, que se percibe como más hogareña y cercana. De esta forma, la personalidad de verano de mi marca queda suavizada y se percibe ya no solo como femenina y formal, sino como cercana y protectora.

Si, por ejemplo, tu personalidad es de primavera, quizás te llame la atención la tipografía de display porque es original y divertida como tu marca. Ahora bien, ya te he dicho que esta fuente puede resultar poco seria o confiable. Puedes contrarrestarlo usando tipos secundarios más formales, como la sans serif.

El “tono” de la misma tipografía

Pero lo importante no es que elijas una tipografía u otra, sino que sepas ajustar el “tono” de esa tipografía a tu personalidad. Como una imagen vale más que mil palabras, voy a ponerte este ejemplo.

¿Ves que ambos mensajes dicen lo mismo pero… se entienden de forma completamente distinta?

Pues ambas fuentes son una script. La primera es primavera y la segunda, con todo su mal royo, es otoño (ojo, no quiere decir que las fuentes de otoño sean siempre siniestras). Lo único que ha cambiado es el “tono”, la forma en la que se persona esa fuente a la hora de escribirla sobre el papel.

Una misma tipografía puede ser primavera, verano, otoño o invierno dependiendo de su tono, por lo que puede transmitir ideas completamente diferentes a pesar de tener una raíz común.

Consejo final para elegir una paleta de tipografías

Mi consejo es que, cuando vayas a decidir qué tipografía usar para tu marca, pidas siempre una segunda opinión. Quizás lo que a ti te parezca una nota de amor sea realmente un mensaje macabro como el de la imagen de arriba, y tú no te hayas dado ni cuenta. Siempre es mejor contactar con un especialista en diseño gráfico, aunque espero haberte ayudado con esta entrada para que des tus primeros pasos y así construir la paleta de tipografías de tu marca.

¡Nos vemos!