Si has decidido comenzar a construir la casita virtual de tu marca (es decir, la página web) o renovar la que ya tienes, seguro que te has dado cuenta de que hay que pensar en más detalles de los que parecen. Además de la identidad visual de tu marca, de su voz, sus colores, el texto… ¡también hay que tener en mente las fotografías!

A la hora de presentarte ante tus posibles clientes, las fotografías de tu página web serán lo primero que ellos vean de ti. Y supongo que querrás dar buena impresión, ¿verdad? Pues, entonces, te interesará saber que elegir las mejores fotografías para tu página web y marca es primordial si quieres dar esa buena impresión, lograr que tus clientes confíen en ti y conectar con ellos.

Hoy quiero explicarte cómo decidir qué tipo de imágenes pegarán más contigo y con tu marca y qué truquitos puedes llevar a cabo para asegurarte de que tus imágenes funcionan. ¡Empezamos!

¿Imágenes de stock o fotógrafo profesional?, esa es la cuestión

Quiero hacerte una pregunta. ¿Hasta dónde estás dispuesta a llegar por tu marca? Si la respuesta es: “hasta donde sea”, mi mejor consejo es que contrates a un fotógrafo profesional.

Los fotógrafos profesionales hacen la diferencia entre tener una web amateur y una que sea una verdadera súper estrella. ¿Por qué? Porque entienden de lenguaje corporal, de iluminación, de composición, y todo eso suma. Un fotógrafo profesional te ayudará a sacar tus mejores fotos, donde te sientas a gusto, esa que cuando veas diga “me veo muy yo” pero, además te ayudará con el nerviosismo, las caras raras y las poses extrañas.

Y no solo eso: un fotógrafo profesional te ayudará a reforzar tu marca a través de las fotos y a transmitir los valores de la misma, pero sobre todo sabrás que está bien hecho y que tendrás material de calidad. Los fotógrafos profesionales son de las mejores inversiones que puedes hacer, y piensa que esas fotos puedes usarlas luego en tus redes y en tu material gráfico. Te aseguro que le sacaras muchísimo provecho.

Usar imágenes de los bancos gratuitos, aunque sean buenas y de calidad, no te diferenciará de la competencia. Y es que esa fotografía de una taza de café con un girasol al lado ya la están usando en otra parte. Así que, si quieres apostar por tu marca, decídete a contratar a un fotógrafo profesional que sepa sacar lo mejor de ti y de tu marca. Personalmente, incluso te recomendaría buscar uno especializado en visual branding (el visual branding son todos aquellos elementos que conforman la identidad visual de la marca) y en retratos, pero sobre todo te pido que… ¡no intentes hacerlas tú con tu móvil!

Si estás en Barcelona, te recomiendo a mi fotógrafa: Lorena Salas

Otra de las ventajas de usar fotografías profesionales es la coherencia que le aporta a tu marca una sola sesión fotográfica. En dos horas puedes hacer cambio de vestuario e incluso de localización, pero el resultado tendrá una cierta armonía y coherencia que no se consigue con la fotografía de stock.

Por otra parte, no todo son planos abiertos. Tendrás detalles que no se consiguen de otra manera y que hablan de ti, detalles que puedes usar de muchas otras formas. Como tú escribiendo con tu boli preferido en tu agenda, tu consulta de trabajo, tu ordenador o incluso accesorios característicos tuyos y reconocibles que tus clientes percibirán trabajando contigo. Todo eso es un refuerzo para tu marca.

Sé tú misma, no te escondas tras un logo

Yo suelo trabajar con personas, con pequeños negocios que tienen una marca personal. La idea de hablar directamente con esa persona me da tranquilidad, y tu audiencia se sentirá igual ¿acaso tú no te sientes igual sabiendo que si me escribes soy yo quien responde? Eso mismo es lo que sentirá tu audiencia cuando conecte contigo y vea tu rostro.

Personalmente, creo que esta es una manera muy potente de conectar más con el público que si nos escondemos detrás de un logo. Las marcas personales necesitan de esa conexión inmediata antes de siquiera cruzar palabra contigo.

Ahora, tienes que tener en cuenta una cosa, si vas a ser tú la que aparezca en tus fotografías, tienes que cuidar la pose y los gestos que vas a utilizar. Por eso te recomiendo tanto trabajar con un profesional, porque te ayudara a tener esto bajo control. Lo más importante es que la imagen se vea natural: una sonrisa sin forzar, una postura relajada… Tu pose y tus gestos son los que transmitirán las sensaciones que estás buscando.

Una persona que extiende las manos y enseña las palmas genera confianza e inocencia. Una sonrisa tranquila suscita paz. Una persona en traje con los brazos cruzados y la barbilla ligeramente elevada parece alguien serio, profesional y de éxito. Tendrás que pensar en todas estas sutilezas o dejarlas en mano de alguien que sepa de ello y que te ayude a comunicar tu mensaje y tus valores de manera sencilla. 

¿Cuántas fotografías son suficientes fotografías?

Si es mejor tener una web con más texto o una web visual nadie puede saberlo. A veces, es una cuestión de ir probando y ver qué funciona mejor. Lo que sí es cierto es los elementos visuales son muy importantes: somos un poquito vagos a la hora de leer y las imágenes funcionan como un oasis en medio de un desierto de letras.

Puede que te preguntes cuántas fotografías son necesarias para elaborar una web. ¿Tres? ¿Cinco? ¿Diez? ¿Veinte? Mi respuesta es que tengas, por lo menos, diez buenas fotografías horizontales y otras cinco verticales en la recámara. Es muy probable que no las termines usando todas (de hecho, probablemente termines utilizando cuatro o cinco), pero así tendrás una gran variedad para elegir y podrás utilizar las que te sobren para tus redes sociales (porque tus redes sociales también tienen que tener coherencia estética con tu web). 

Y eso es todo por hoy, ¿Te han servido estos trucos para elegir las mejores fotografías para tu web y marca? ¡Espero que sí!