Con el auge de las redes sociales, muchos emprendedores y aspirantes a emprendedores vieron una oportunidad para comenzar su negocio sin invertir demasiado. Digo demasiado porque el hecho de que le dediques tiempo ya es una inversión importante.

Ahora bien, comenzar un negocio en redes sociales está genial para validar si algo funciona y hay demanda, pero quedarse encajado allí no es recomendable. Tienes que saber que las redes y tu cuenta, en el fondo, no son tuyas. Mañana o pasado puede venir su creador y cerrarlas. Dirás que es imposible, pero justo en 2019 Google (sí, San Google) cerró su propia red social. Puedes leer aquí el articulo

No quiero asustarte, podrían no cerrar. Pero te daré otra información: que un usuario que decidió voluntariamente seguir tu contenido te vea en esa red social no depende de ti sino del algoritmo que su creador (el de la red social) decidió. Esto es fundamental porque te demuestra que, al final, dependes de alguien más.

Si quieres seguir en ello, bien por ti. Yo no. Yo quiero tener pleno control de mi plataforma, de cómo se ve, saber quién la visita y tener YO sus datos. No alguien más.

¿Cuáles son los beneficios de tener una web?

Tu página es tu presencia online

Si una empresa o negocio no está en Internet se puede hasta dudar de su existencia. Una de las mayores ventajas de tener una web propia es tener una presencia digital que te permite ser encontrado: directamente o de manera orgánica.

Tener tu propia web te permitirá tener mayor visibilidad y, por lo tanto, la posibilidad de captar clientes que no te conocían: por ejemplo por Google. Incluso mientras duermes podrás estar presente y vender sin estar allí.

Diferenciarte de la competencia

Tener tu propia página web te permitirá mostrar y contar la historia de tu marca y, así, dejar ver tu personalidad. Este es un punto fundamental porque no solo muestras tu marca tal cual es, sino que te permite trabajar con intención los contenidos y mostrar los beneficios que brindará al usuario trabajar contigo o comprar tu producto.

Aportas valor a tus clientes/usuario

Otra de los beneficios de tener una web es que puedes resolver el problema de alguien con información util, contenidos que puedan aportarle un valor agregado o a través de tus productos o servicios sin necesidad de estar allí. El potencial cliente que puede llegar a ti busca resolver una duda y acabar comprando tu producto. Esto, además, puedes escalarse fidelizando el cliente.

Tener una web te permitirá implementar estrategias como una estrategia de contenidos o de captación, entre otras, que te permitirá no solo escalar tu negocio sino crear una mejor relación con tus clientes y evitar filtros entre tú y él.

Vender online

Una web es un canal de ventas, te da la posibilidad de vender o crear una relación de venta claro que no venderá por sí sola pero sí podrás generar estrategias que ayuden a este tipo de objetivos.

Lo mejor de esto es que te permitirá hacerlo incluso sin estar siempre presente para cerrarlo- Eso sí: para hacerlo es importante crearlas de manera estratégica.

Medir y analizar

¡Por último! Tener tu propio sitio te permitirá conectar el mismo con Google Analytics y los píxeles de redes sociales, o incluso con otras herramientas que te permitirán evaluar las visitas que recibes. ¡Y muchas otras cosas!

¿Te ha parecido suficiente? Pues ahora que te he contando todos los beneficios de tener una web, me gustaría contarte cómo desarrollo una web, o lo que es lo mismo: cómo creo las casitas virtuales de mis clientes.

El desarrollo de tu casita virtual: la web de tu marca

Por lo general, antes de empezar a diseñar en la plataforma de WordPress tengo que asegurarme de tener todo el material que necesito para empezar a integrar el contenido. Aquí hablo de los textos o el “copy”, como se le conoce a la escritura persuasiva que se usa en el marketing, las fotografías de mi cliente, los logos y los testimonios. Tener todos los detalles claros desde el principio me ayudará a ser más rápida a la hora de trabajar en la página web.

Siempre le digo a mis clientes que es muy importante trabajar con profesionales: un buen Copywritter para desarrollar una web con estrategia que te ayude a alcanzar tus objetivos; un buen fotógrafo que te ayude a comunicar tu mensaje de marca y saque lo mejor de ti.

Una vez comprobado que tengo todo el material entonces comienzo a bocetar. ¿Has escuchado hablar alguna vez sobre los prototipos en papel? Bueno, en el diseño web también los utilizamos. Esta es una técnica que permite dibujar en un papel la manera en la que estará estructurada tu página para simular cómo sería el funcionamiento y la navegabilidad del usuario. Mi objetivo con este paso es verificar que la web, además de ser bonita y tener ese encanto visual que atraiga a tus clientes, tenga una interfaz diseñada para lograr la conversión que esperas.

Cuando tengo las estructuras claras preparo las fotografías para la web, y empiezo a implementar y crear todo. Esta es mi parte favorita porque es aquí cuando tu página se empieza a hacer realidad.

Hay un momento previo que es un poco aburrido, ya que es el paso más técnico del diseño web: las instalaciones del CSM y la configuración básica. Mi especialidad es WordPress, ya que es una plataforma flexible que permite trabajar de forma fácil, intuitiva y controlada. Además de la posibilidad de Escalar en futuro si tu proyecto crece, con casi ningún límite. Es uno de los CSM más populares, seguros y versátiles del mercado y todos mis clientes lo usan. 

Dando vida al diseño de tu página web

Por fin llegamos a mi parte favorita: la creatividad. Pero no sin antes haber cumplido cada uno de los pasos anteriores que suman todos los ingredientes que necesitamos para obtener un muy buen resultado. 

La etapa de diseño es, sin duda, una de las más importantes en todo proyecto web. Tenemos un lienzo en blanco en el que toca empezar a pintar. Una vez tenemos la idea inicial, todos los colores que queremos y un boceto en el que plasmamos lo que tenemos en mente antes de dar esa primera pincelada. 

Hay que empezar a darle forma a todas esas ideas del proceso de planificación y poner a trabajar todo el material recolectado para ver materializada tu casa virtual. ¿Emocionante, no?

Para facilitarme la vida tengo claro un flujo de trabajo que me permite saber cómo está diseñada cada sección, qué incluirá cada página y qué imágenes van acorde con cada una de ellas. ¿Recuerdas lo que te contaba de los protocolos en papel? Pues, bueno, aquí vemos su importancia.

Me tomo la libertad de sacar mi yo más creativo, pensando siempre en la personalidad de la marca de mi cliente y el objetivo que queremos transmitir: contar su historia de marca, su porqué, esa razón interna que lo mueve. 

Esa fase lleva varios días de trabajo, pero es la que más nos acerca al objetivo… ¡Nos aproximamos al momento final! Una vez terminado el diseño hago una nueva presentación en video explicando todos los elementos y preparo un correo que envió a mi cliente pidiendo su opinión, después de todo, tiene que sentir la página totalmente suya. Esa es mi misión.

Le envío todo el diseño de la página para que la revise completa y me mandé posibles correcciones o modificaciones. Con estas puedo darle solución a las cosas que todavía no cuadran, pulir y optimizar los últimos detalles para el gran lanzamiento.

La optimización para dispositivos móviles: el diseño responsive

Hoy en día la mayoría de personas consumen contenido desde su móvil, por lo que es muy importante diseñar una página que puede ser vista desde cualquier dispositivo, sin importar si es un ordenador, una tableta o un smartphone. 

En este último paso antes de la revisión final. Me encargo de  redimensionar todos los elementos de la web para que se adapten correctamente al ancho de cada dispositivo. Así, tus lectores y posibles clientes tengan una buena visualización y una mejor experiencia de usuario. Esto te proporcionará la seguridad de tener contenido que se pueda compartir fácilmente de una forma rápida y natural.

La revisión final de la web

Con todo listo, lo único que necesito es la aprobación total de mi cliente. Esa luz verde que dice que estamos listos para dar el tan esperado click en el botón “publicar”. ¡Cuánto esperábamos este momento!

Envío nuevamente la página terminada con las últimas correcciones y el diseño responsive a mi cliente y espero sus comentarios finales. En esta fase también hacemos un testeo final de formularios de contacto o de suscripción y de compras en el caos de carritos. Mientras el cliente revisa, yo me encargo de hacer la optimización SEO según el plan establecido y espero sus comentarios finales. 

Si hay algo más que cambiar, se hace en el menor tiempo posible y, si todo está correcto y el cliente está tan feliz con el resultado como yo, programamos la fecha adecuada para el gran lanzamiento.

El gran lanzamiento de tu web online

Llegó el gran día. Por fin podrás compartir con el mundo tu nueva web. La casita virtual en la que podrás comunicar todo lo que hace tu marca y los servicios que van a mejorar la vida de los demás. Ahora el futuro es todo tuyo y sólo necesitas seguir trabajando una buena estrategia para darle visibilidad y potenciar tu negocio o marca personal.

A veces, el cliente se siente perdido y no sabe cómo estructurar su contenido, por eso siempre le ofrezco la posibilidad de acceder a una sesión de asesoría estratégica conmigo para definir su plan o calendario de contenidos para su blog o bien su propia estrategia en redes sociales. Todo gira alrededor de su web y es importante establecer su plan de acción. No todos los clientes necesitan de esta asesoría, pero si es tu caso, puedes reservar sesión aquí.